martes, 7 de abril de 2009

Cruzando el charco: el correo mexicano

Querida Alondra,

¿Qué tal va todo socia? Estaba yo perdiendo neuronas minuto a minuto mientras veía el reality de los bailarines llorones -la fama cuesta, perder la dignidad es gratis y sumamente fácil-, y de repente me he acordado, sin saber muy bien por qué, de aquella tarde en una terraza de Madrid. Me refiero a la última vez que nos vimos -pero sé que no será efectivamente la última-, hacía mucho calor, a comienzos de julio si mal no recuerdo, café con hielo, cacahuetes salados y risas, muchas risas.

Recuerdo con especial cariño nuestra improvisada tertulia política. Todo comenzó con tu espontánea y crucial pregunta: ¿Qué es lo que hace el Rey de España?.
Un significativo silencio derivó en una sonora explosión de carcajadas de complicidad ante mi cara de circunstancia. A esa pregunta le siguieron otras muchas, aquello parecía un examen de historia mezclado con un espinoso test de actualidad del que dudaba salir airosa.

No es que pretenda 'ilustrarte' acerca de la historia de mi maltrecho y putiférico país, pero a través de mis extensas quejas quizá te diviertas y hasta te asomes un poco a la sociedad con la que conviviste durante un año, en Madrid, nuestro eterno y trasnochado Madrid. El km0 de nuestra amistad, sin retorno, sin ambages ni equipajes.
Turismo low cost. Sólo está permitido derrochar en el Starbucks, por una buena causa, se entiende.

Ahora nos enfrentamos a una nueva etapa de nuestras vidas. El sueño de la vida de estudiante está algo caducado, y es hora ya de enfrentarse al mundo real -¡glups!-.
No estás aquí conmigo para chillar, gritar y salir corriendo, pero a la vez sé que estás cerca y que tardarás muuuucho tiempo en alejarte de mi memoria, si es que alguna vez lo consigues.

Por eso te escribo esta carta, para invitarte a hacer de corresponsal en México D.F. Desde Monterrey, con mucho 'chili' y mucho amor. Quiero que me cuentes todo sobre los políticos, la policía, los frijoles, la música, las últimas tendencias, vuestras creencias y costumbres... Destápame todos los estereotipos, cuestiónalos, acaba con ellos... Cuéntame México desde tus curiosos ojos, de mientras que volvemos a reunirnos en algún punto del planeta.

¿Aceptas la invitación? Te lo advierto: donde yo vivo suceden cosas extraña y amargamente divertidas, no te arrepentirás. El entretenimiento está 100% asegurado.

Espero tus noticias. Cuídate mucho, socia.

Te quiere,

Amaiasan



Pie de foto: Lugar de Retiro, lugar de encuentro. Alondra (dcha.) y yo (izq., blanca y con cara de haber visto un fantasma). Composición de la foto: 'Herenen araua' llevado al extremo.

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