jueves, 22 de noviembre de 2012

Soy feliz con poco

Esta mañana he cumplido un sueño. Me he dispuesto a pagar sumisa el ticket de la OTA cuando he descubierto que había un par de monedas (euro y pico) en la 'bandejilla'. Casualmente, la 'otera' estaba detrás de mí supervisando que la máquina funcionaba correctamente o algo así -risitas maliciosas-. Con una frialdad pareja a los 8 grados que marcaba el termómetro, me he apropiado de la calderilla y, mitad culpable, mitad triunfal, he abandonado la escena del crimen. Cual político impune e inmune, me he dirigido ipso facto a tomar un café. Invita el Karma.