martes, 29 de septiembre de 2009

Chubastubérculo

El primer paso es reconocerlo: me estoy aficionando al publirreporterismo. Puro y duro. Atrás quedaron los años teóricos y felices, sobre la objetividad, la imparcialidad y otras ideas románticas de las que tan bien se nos daba hablar y garabatear en los exámenes.

Aquellos maravillos años en los que Madoff no era un nombre a tener en cuenta en los farragosos test de actualidad y la palabra crisis se asociaba al crack de 1929. Fíjense.

Quién te ha visto y quién te ve, pequeña y bochornosa discípula.

El caso es que quiero reseñarles, por si alguien estuviera interesado, el nuevo chubasquero de patata que ha puesto a la venta Greenpeace por el módico precio de 21 euros.

Lo mejor de todo es que si te cansas de él, puedes plantarlo. No me digan que no es una maravilla. Lo digo en serio. Un pequeño paso para el tubérculo, un gran salto para la moda y el consumismo. Moda de usar y plantar. ¡Me encanta! O sea.

¿A qué espera? ¡Adquiera ya uno de estos chubasqueros y póngase a resguardo de la lluvia ácida y el napalm!

Pie de foto: De la web de la tienda de Greenpeace. Muchas gracias.

domingo, 20 de septiembre de 2009

Naturistas descafeinados

Hoy tengo el día peleón y pelín polémico. Así que aviso de antemano que este post nace con flagrante ánimo de ofender y me hago responsable de lo que me pueda pasar, que no creo que me pase nada, pero bueno.

Estaba leyendo el periódico ya caducado en este domingo lluvioso y pestilente, cuando me he topado con una noticia que relataba la carrera de un puñado de nudistas o naturistas, cada cual que escoja su 'etiqueta' favorita, que habían "desafiado el viento y la lluvia". Qué valientes. Hay que tener pel... Qué valientes. Oigan.

Sin embargo, lo verdaderamente demoledor ha sido la imagen que acompaña esta curiosa crónica deportiva, la cual ha incendiado esa irascibilidad tan inflamable que tengo yo por sangre. Resulta que estos osados y desenfadados Adanes y Evas calzaban zapatillas de deporte. "¡Menuda estafa!", me he dicho a mí misma indignada, agitando el periódico cual persona de avanzada edad a la que le han arrebatado el asiento en el metro.

Vamos a ver. Si se trata de ser cachondos naturales y nudistas integrales, sean con todas sus consecuencias. ¿Dónde está la esencia, pues, de esta carrera? ¿En que cuelgue y rebote libremente lo que la naturaleza nos ha dado, pero, eso sí, con mis zapatillas último modelo con cámara de aire?

Vaya revolución de las pel... Vaya revolución tan descafeinada y pasada por agua (nunca mejor dicho). Perdónenme si me encuentran picajosa y radical en exceso, pero es que estos detalles tienen el devastador y curioso efecto de descontrolarme por completo. Fíjense qué extraño. Resulta que puedo esperar a que el semáforo se ponga en verde, esperar cívicamente si un peatón pasa por donde no tiene que pasar, pagar los impuestos (de momento a través de mis padres, dicho sea de paso), abonar mis multas con antelación para conseguir cheques descuentos para próximas infracciones, no molestar al prójimo aunque me esté pisando, mirar el futuro profesional y personal con paciencia y grandes dosis de destructiva resignación, seguir reciclando aunque los tipos del bar de al lado continuan sin saber que el contenedor verde es para el vidrio, ... (rellenen los puntos suspensivos con las miserias cotidianas que gusten).

Pero lo que no puedo soportar es ver a una panda de desnudos farsantes que van de súper naturales y ecologistas todos ellos calzados, seguramente, con las zapatillas fabricadas 'artesanalmente' por los explotados niños de la Conchinchina.

Qué despropósito. Tanto control antidopaje en el ciclismo y en todas las modalidades deportivas y luego mírenles, ahí les tienen. Con el cuerpo al aire y los pies sobre cámaras de aire. Y pelillos a la mar.

Qué falsedad la de esta sociedad.

Pie de foto: Imagen capturada con los pocos escrúpulos que me quedan de aquí. Cortesía de Borja Agudo, mil gracias. La foto no tiene precio.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Tormenta perfecta


Hay una pregunta que me atormenta y que me impide dormir por las noches (por eso padezco un estado de narcolepsia durante el día):

¿En qué me reciclo?


Las previsiones auguran lo peor, y a mí no hace falta que me animen para ponerme a cavar en el pesimismo precisamente, así que, ¡oh, Dios!, ¡Edmund Burke, haz uso de tu poder e ilumíname! Dime, ¿en qué materia desechable, biodegradable y ecosostenible me convierto para hacer frente a esta tempestad profesional? mmh... Un momento... ¿profesional?

El carnet está a punto de caducarse. Y no sé si renovar. Francamente.


Pie de foto: Google siempre sabe suministrarme las imágenes que precisan mis paranoias más decadentes. Gracias a Google y sobre todo, a esta generosa página.

martes, 8 de septiembre de 2009

Viaje espiritual al centro del ombligo

Sé que últimamente no me dejo ver demasiado por aquí, pero no se asusten: todo forma parte de una eficiente estrategia de marketing. De vez en cuando, hay que desaparecer un tiempo, aunque uno no se marche de viaje ni se vaya de excursión. Pero ese paréntesis, ese silencio crea misterio, tensión... Así, cuando esto se publique los seguidores arderán en deseos de ver lo nuevo. El regreso, etc.

Y que conste que tengo muchos seguidores, ya me lo dice mi abuela: "Hija, todas mis amigas me dicen: "vaya éxito que tiene tu nieta con el blog"". A lo que mi abuela responde siempre, orgullosa: "Sí, sí. Es la primera de la blogosfera. Ya sabéis: ellos van p'arriba, y nosotras, p'abajo".

Las abuelas asienten resignadas y prosiguen su partida de cartas.

Me he perdido. Ah sí, hablaba sobre los niveles de audiencia del blog. Uno de los parámetros para medir mi espacio virtual psicotrópico es mirar las encuestas que publico cada x. Están en el lateral izquierdo, hacia abajo. Ahí. La última ha sido un bombazo mediático: 1 voto.

Adivinen de quién es. Pista: mi abuela me comunica que aún no ha votado.

Ahora la encuesta permanece cerrada. Lo digo por si alguien, como la típica persona listilla que pregunta "¿has probado a enchufarlo?", me afea el post y me deja en ridículo, explicando que efectivamente nadie vota porque, técnicamente, no se puede.

En fin, esta encuesta es un minúsculo reflejo de la democracia de plasma y dolby surround que nos venden hoy en día. La democracia es necesaria, pero nos juega malas pasadas con productos de difícil digestión como Chávez o Berlusconi, por no citar otros ejemplos más cercanos y caseros. Luego están las fotos 'diplomáticas'. Con Gadafi y otros amigos pacíficos...

(Nota de la traductora: sé que esto último no tiene conexión espacio-tiempo ni guarda lógica alguna con mi encuesta, en fin, sólo a mí se me ocurre enlazar mi encuesta con una blasfemia sobre la democracia, pero calma: es otra estrategia de marketing.)

La falta de ideas, de tiempo (perdón, quise decir pereza y desidia)... No actualizo ni vendo mi 'producto' lo suficiente. Por mucho que mi abuela diga lo contrario.

Bah. Acabo de releerme y vaya ejercicio de ombliguismo barato. ¡Qué vanidosa, mon Dieu!
Puaj. Necesito un viaje espiritual o algo así. Para encontrarme a mí misma, eso que tanto se lleva y que es la excusa de oro para cualquier tipo de aprieto embarazoso.

¡Eso es! Necesito encontrarme a mí misma y decirme:
- "¿Pero estás tonta o qué?".