"En cada situación hago lo que siento que debería hacer, sin ningún remordimiento sobre el pasado, sin ninguna queja por el presente, sin ninguna expectación por el futuro; y sin culpar o condenar a nadie por nada, ni a mí ni a ningún otro.
En realidad, lo que ocurre es que nada ha estado jamás bajo el control de nadie. Siempre se ha hecho todo de acuerdo al deseo de Dios o la Ley Cósmica.
Desde que soy consciente de que ningún ser humano es capaz de hacer nada, mi actitud hacia los demás no ha vuelto a ser jamás la de la sospecha, el miedo o la rivalidad. Así estoy siempre libre de pecado y de culpa de mí mismo, y soy libre de la carga que suponen el odio, la envidia o la malicia hacia los demás.
Ahí reside la felicidad suprema, la tranquilidad de espíritu... Sukha- Shanti. Por supuesto, los sentimientos se presentan como reacciones biológicas condicionadas por los genes, pero el ego no tiene nada que hacer respecto a ellas".Ramesh S. Balsekar
viernes, 17 de abril de 2009
(Ca)fé con gotas de espiritualidad
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