domingo, 22 de marzo de 2009

Goian bego


Este mundo no está en condiciones de prescindir de esa sonrisa que tanta cordialidad y sabiduría infundía.

Estaba en paz consigo mismo.
No tenía ídolos.
Ni falta que le hacían.

Espero que disfrutes de ese viaje en tren entre las bambalinas de la vida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿a qui´en te refieres?