martes, 8 de septiembre de 2009

Viaje espiritual al centro del ombligo

Sé que últimamente no me dejo ver demasiado por aquí, pero no se asusten: todo forma parte de una eficiente estrategia de marketing. De vez en cuando, hay que desaparecer un tiempo, aunque uno no se marche de viaje ni se vaya de excursión. Pero ese paréntesis, ese silencio crea misterio, tensión... Así, cuando esto se publique los seguidores arderán en deseos de ver lo nuevo. El regreso, etc.

Y que conste que tengo muchos seguidores, ya me lo dice mi abuela: "Hija, todas mis amigas me dicen: "vaya éxito que tiene tu nieta con el blog"". A lo que mi abuela responde siempre, orgullosa: "Sí, sí. Es la primera de la blogosfera. Ya sabéis: ellos van p'arriba, y nosotras, p'abajo".

Las abuelas asienten resignadas y prosiguen su partida de cartas.

Me he perdido. Ah sí, hablaba sobre los niveles de audiencia del blog. Uno de los parámetros para medir mi espacio virtual psicotrópico es mirar las encuestas que publico cada x. Están en el lateral izquierdo, hacia abajo. Ahí. La última ha sido un bombazo mediático: 1 voto.

Adivinen de quién es. Pista: mi abuela me comunica que aún no ha votado.

Ahora la encuesta permanece cerrada. Lo digo por si alguien, como la típica persona listilla que pregunta "¿has probado a enchufarlo?", me afea el post y me deja en ridículo, explicando que efectivamente nadie vota porque, técnicamente, no se puede.

En fin, esta encuesta es un minúsculo reflejo de la democracia de plasma y dolby surround que nos venden hoy en día. La democracia es necesaria, pero nos juega malas pasadas con productos de difícil digestión como Chávez o Berlusconi, por no citar otros ejemplos más cercanos y caseros. Luego están las fotos 'diplomáticas'. Con Gadafi y otros amigos pacíficos...

(Nota de la traductora: sé que esto último no tiene conexión espacio-tiempo ni guarda lógica alguna con mi encuesta, en fin, sólo a mí se me ocurre enlazar mi encuesta con una blasfemia sobre la democracia, pero calma: es otra estrategia de marketing.)

La falta de ideas, de tiempo (perdón, quise decir pereza y desidia)... No actualizo ni vendo mi 'producto' lo suficiente. Por mucho que mi abuela diga lo contrario.

Bah. Acabo de releerme y vaya ejercicio de ombliguismo barato. ¡Qué vanidosa, mon Dieu!
Puaj. Necesito un viaje espiritual o algo así. Para encontrarme a mí misma, eso que tanto se lleva y que es la excusa de oro para cualquier tipo de aprieto embarazoso.

¡Eso es! Necesito encontrarme a mí misma y decirme:
- "¿Pero estás tonta o qué?".

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