Son las palabras de la madre de Juanma, un niño de cinco años (en la foto) que sufre la enfermedad neurodegenerativa de Alexander.
Hace poco el cantante David Bisbal ofreció un concierto benéfico -parece ridículo tener que decir que el cantante no cobró un duro por ello-, con el fin de recaudar fondos para el tratamiento médico del pequeño. Se generaron unos 50.000 euros en beneficios, de los cuales la mafia infame y sin escrúpulos de la SGAE pirateó y descargó ilegal e impunemente unos 5.000.
Para proteger los derechos de autor y salvaguardar el patrimonio cultural, ya saben.
Por suerte, los medios de comunicación aún son útiles y han armado cierto escándalo, afeando la conducta -al parecer habitual- de la SGAE, y convirtiendo su recaudación en "polémica".
" - Cachis en la mar, ¡nos han pillado! ¡Habrá que dar marcha atrás!
- Oído cocina, marchando un comunicado.
- No olviden la dosis extra de lenguaje hipócrita.
- Por descontado"
[Conversación simulada e inventada en circuito cerrado por especialistas de este blog] .
Así que el ruido mediático ha provocado este comunicado de la SGAE. Y en mi opinión, no tiene desperdicio. Eso sí: advierto de la más que probable indigestión tras su lectura, ya que no hay infusión ni brebaje que ayude a digerir semejante cinismo.
¿Cómo lavar la imagen de hipócritas recaudadores y volver a aquello de Robin Hood? Muy sencillo: decimos que "donamos" los 5.000 euros y no sólo nos retractamos, sino que quedamos hasta bien con el pobre niño. Que le perdonamos el canon, pero sólo porque el chico puede morir, y eso quedaría feo en nuestro historial.
No tengo palabras suficientes para reprobar a esta entidad inquisidora, creo que acaban de sobrepasar con creces la línea de lo criminalmente razonable. ¿Acaso prevalecen los derechos de autor sobre el sentido común y el mínimo respeto hacia la vida humana? Perdonen que me ponga rimbombante, pero creo que la ocasión merece tal despliegue.
Así está el mundo, compadres (y conmadres): masacres y redadas de narcos en las bodas, discusiones soporíferas sobre quién es el dueño de la "legitimidad social" en la nave nodriza, penas de escasos dos años para kamikazes tuneados que asesinan con sus llantas y su nitro a una madre y a su hijo que paseaban tranquilamente... En fin, menos mal que está la SGAE para "donarnos" aquello que es nuestro: el copyright de nuestro (entrecortado) aliento.
Pie de foto: Captada de elmundo.es, la fotografía es de M. del Mar. Un millón de gracias (libres de impuestos y retenciones).
2 comentarios:
oso ona
Mila esker, Iñaki! ;-)
Publicar un comentario