lunes, 20 de octubre de 2008

Oh Happy Monday

¡Pero qué gratificantes que son los lunes al Sol, pardieu!! Como diría Carlos Herrera, "por fin es lunes"...

No sé ustedes, mis queridos contertulios, pero para mí el lunes es el día mentalmente más productivo de la semana. Y digo mentalmente por una razón certera y 100% lógica: es el día en el que una se levanta y se programa en su agenda todas las tareas de la semana y si me apuráis, incluso del mes. Desde apuntarse al paro, pasando por un chequeo médico completo y el "me voy a apuntar a un gimnasio este mes mismo ya ya ya" voluntarioso y de rigor, hasta el planteamiento de una nueva estrategia de vida drástica y completamente diferente a la actual.

Todo empieza con un café, como no podía ser de otra manera en mi caso. Comparto la soledad de mi café con leche con un hombre que trabaja en el sector del pescado. Qué manera más sutil de decir que el tío apestaba a pescadilla, ¿verdad?. Yo misma me asombro de mi elegancia y delicadeza. Lo digo así de fino porque lo último que quiero es que se ofenda este honrado sector, aunque también añadiré que, ya es mala suerte. Convivo forzosamente con la pescadería de debajo de mi casa que desprende su aroma inconfundible y pestilente día sí y día también, y voy a una cafetería y...

Y es que podía sentarse a mi lado un guapetón que encima de guapo y educado, es un cazatalentos de periodistas que me ofrece una estupenda oferta de trabajo que incluye un Audi A3 para moverme airosamente de entrevista importante a entrevista solemne. Dietas y personal trainner, también incluidos.

Pues no, tiene que tomarse la caña y el pintxo justo al ladito mío y en los tres minutos que tardo en tomarme la cafeína vital el digno trabajador del sector del pescado, crustáceos y moluscos. En fin. Suspiro (o mejor dicho inspiro y me aguanto la respiración) y me voy directa a... Apuntarme al paro. Aunque soy nueva en esto y los del INEM captan al instante mi inexperiencia en esto de buscarse la vida.

- Hola, buenos días, vengo a apuntarme al Paro (así, sin tapujos y al grano).
- Hola, vienes a buscar trabajo, ¿verdad?.
- Ummh, bueno sí, eso. Claro.
- DNI (...) ¿Es la primera vez que vienes?.
- Sí.
- Pero has trabajado, ¿no?.
- Sí, dos meses (¡wow!), en una tienda.
- ¿De qué te gustaría trabajar?
- Me he licenciado en Periodismo.

Hacemos un inciso descriptivo. Al oir la palabra clave en este breve diálogo, 'periodismo', la mirada de la amable empleada de los desempleados se torna cálida y tierna. Me sonríe cómplice y compasiva.

- Eso está... Difícil.- Me dice, con una expresión que augura lo peor.

Después paso a hablar con otro hombre que me mira incrédulo cuando contesto "No sé" a la pregunta: "¿Vas a solicitar prestaciones?". "Es que es la primera vez que vengo y bueno, pues no sé qué me conviene...", me justifico inútilmente. A este empleado también le infundo cierta pena y accede a explicarme que, dada mi escasa vida laboral, no me conviene ni siquiera molestarme en pedir sopitas. Pues ya lo sabía, me digo yo ahora en un ataque de orgullo a posteriori.

Más tarde vuelvo a ser una atareada y feliz ama de casa que hace sus labores mientras se planifica un sinfín de tareas y proyectos. Así que termino agotada a eso de las 16h de la tarde, y eso que aún queda el inglés, reformar la casa, mirarse las becas para irse de English Trip en verano, gestionarme ese viajecito veraniego que tanto merezco y no he tenido, atender a la familia, cuidar los pocos contactos que conservo, pensar cómo llevar el coche al taller sin arruinarme, reciclar y reciclarme, y el gimnasio, que con el frenesí de esta mañana-imserso se me ha vuelto a pasar; todo ello sin olvidar, claro está, fomentar mi carrera como freelance (sí, yo también me estoy riendo al escribir esto último, pero de ilusión también se vive, listillos).

Así que, ¿quién dijo que esto de la vida de parada es algo fácil y tranquilo?. Nada más lejos de la realidad. No es baladí enfrentarse al típico viejo/a que se te cuela en la cola del pan, ni decidir qué opción de ticket es el que tienes que pulsar en la cola del paro (¡recordad que soy una persona que no sabe si quiere prestaciones!).

Pero aún así, esto es un periodo de transición. Cuánto durará, a saber. Me dicen por el pinganillo que "Se prevé que la crisis degenere en 20 millones más de desempleados en el mundo", pero a mí plin. Mañana volveré a por mi dosis de café para comenzar adecuadamente un nuevo día y, quién sabe, quizá entonces sí que se siente a mi lado el atractivo cazatalentos con aroma a perfume caro y embriagador.

Que tengan un buen día.


Pie de foto: Un pintoresco automóvil en los aledaños de la Complutense. Podéis hacer con ella lo que más rabia os dé. ;-)

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